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Jueves, 03 Enero 2019 11:39

Acidificación Oceánica y Microplásticos

Además de sales y microorganismos el agua de mar tiene TU HUELLA.

El océano cubre más del 70% de nuestro planeta, regula el clima de la Tierra y produce la mayor parte del oxígeno que respiramos, por ello juega un papel importante en nuestras vidas.

Sin embargo, las acciones de nuestra vida cotidiana dejan una huella que provoca cambios en el clima, en la tierra y en el océano; esto ocurre por la gran cantidad del dióxido de carbono (CO2) que generamos, la contaminación por plásticos y otros materiales y la explotación excesiva de los recursos.

Estos cambios sin precedentes fueron reconocidos por las Naciones Unidas como factores que pueden afectar al planeta, la vida y las generaciones venideras.


¿Sabés qué huellas dejamos en el mar?

Tu huella de dióxido de carbono en el mar

El calentamiento global, una de las manifestaciones del cambio climático, ocurre por la generación de grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2), un gas que se acumula en la atmósfera.

El aumento de este gas es consecuencia de nuestras actividades: uso de carbón, petróleo y gas como combustibles para el transporte y la generación de electricidad, la deforestación de los bosques y producción de cemento.

En la actualidad, la concentración promedio mundial de CO2 supera el valor récord de 400 partes por millón (ppm); para hacerse una idea, 200 años atrás (en los inicios de la Revolución Industrial) había 278 ppm.

 

Sin embargo, no todo el CO2 que nuestras actividades liberan en la atmósfera permanece allí. Tenemos suerte de que el océano, como una esponja, absorbe alrededor de un tercio de esas emisiones de CO2 de la atmósfera. Gran parte de ello se lo debemos al fitoplancton, organismos microscópicos que viven flotando en el océano y que, al igual que las plantas en la tierra, utilizan el COal realizar la fotosíntesis y producen el 50% del oxígeno que respiramos. A lo largo de este proceso, el océano captura el CO2 y el exceso de calor, haciendo que el impacto del cambio climático sea menor.

En los últimos 200 años, los océanos han absorbido más de 550 mil millones de toneladas de CO2 liberado a la atmósfera por las actividades humanas. Esto equivale a un promedio mundial de 4 kilos por persona por día, lo suficiente como para llenar un tren de un largo tal que rodee el ecuador 13 veces al año.

Fuente: Scripps Institution of Oceanography

A pesar de lo inmenso del océano, cuando absorbe el exceso de dióxido de carbono se producen efectos no deseados: la acidificación oceánica.

¿Qué es la acidificación oceánica?

La huella humana de COal entrar en contacto con el agua de mar, reacciona inmediatamente con ésta y se forma ácido carbónico.

 

Ello produce un cambio en la química del agua y como resultado disminuye el pH, convirtiendo al agua de mar en más ácida. Este proceso se denomina acidificación de los océanos .ESCALA DE pH: El pH es una medida del grado de acidez de una sustancia y tiene valores que van del cero al 14. Un valor de pH 7 se considera neutral; los valores inferiores a 7 son ácidos, y los valores superiores a 7 se denominan básicos o alcalinos. La mayor parte del agua potable tiene un valor de pH entre 6.5 y 7.5, mientras que el vinagre tiene un pH de 3 (ácido). En el otro extremo los productos de limpieza como el dentífrico y la lavandina tienen un pH de 9 a 12 (alcalino). Esta escala tiene una particularidad de que el cambio de un valor a otro, es un cambio muy grande (10 veces más).

La disminución del pH en el océano está ocurriendo a un ritmo sin precedentes. Se sabe que en los últimos 200 años ha disminuido 0,1 unidades, desde 8,2 hasta 8,1, lo que equivale a un aumento del 26% en la acidez. Se espera que el pH al menos caiga en 0,3 a 0,4 unidades hasta valores de 7,8 o 7,7 al final del siglo 21; esta disminución es 100 veces mayor que en cualquier otro momento en la historia del planeta.

¿Cómo afecta la acidificación a los océanos?

Muchas reacciones químicas esenciales para la vida son sensibles a pequeños cambios en el pH. En los seres humanos, por ejemplo, una caída en pH de la sangre de 0,2-0,3 puede causar convulsiones e incluso la muerte. Del mismo modo, un pequeño cambio en el pH del agua de mar puede tener efectos perjudiciales sobre la vida marina.

La acidificación oceánica no hace que el agua de mar sea peligrosa para nadar, pero sí altera el equilibrio de la vida de numerosos organismos marinos, dificultando su reproducción y su crecimiento. El mar se vuelve corrosivo y genera una “osteoporosis”, al hacer menos disponibles los iones carbonato, que son los bloques de construcción que utilizan ciertas algas, el plancton, los mariscos y los corales para sus conchas y esqueletos. Ello perjudica especies claves en las redes alimentarias marinas.

Si bien aún no podemos predecir exactamente cómo afectará la acidificación del océano al ecosistema marino, se prevé que afectará a la pesca y la acuicultura, amenazando los suministros de alimento marino, el turismo y otras economías relacionadas con el mar.

La acidificación del océano es uno de los problemas ambientales más graves que enfrenta el planeta.

¿Cómo se estudia la acidificación oceánica?

Una manera de estudiar la acidificación del océano es examinando regularmente las características químicas, físicas y biológicas en diversas zonas del mar, en distintas profundidades y épocas del año. Se usan embarcaciones y se colectan muestras de agua, las cuales son analizadas mediante una variedad de instrumentos y técnicas que permiten conocer la concentración de CO2 y el pH entre otras. Las expediciones de investigación aportan información crucial para comprender este fenómeno en grandes escalas espaciales y temporales.

También se realizan investigaciones en el laboratorio, criando organismos en tanques de agua de mar con un valor de pH o concentraciones de CO2 variables, que simulan el océano hoy en día y en el futuro. Dependiendo del tipo de estudio que se quiera realizar, se puede analizar cuánto crecen, qué comen, cuánto respiran y si se reproducen o desarrollan de forma diferente. Si bien esto no da respuestas acerca de cómo los ecosistemas responderán a la acidificación, permite determinar el impacto en los organismos. 

¿Dónde se estudia la acidificación oceánica?

Hay muchos institutos de investigación en todo el mundo que poseen programas de monitoreo y cuentan con laboratorios donde se estudia la acidificación oceánica. Siendo que este fenómeno es un problema global con repercusiones mundiales, la colaboración internacional es muy importante.

En la Argentina existen varios institutos, distribuidos en casi todas las provincias relacionadas al mar; pero el más cercano está a pocos metros de la imagen que atrajo su interés. En el extremo de Playa Grande, donde nace la Escollera Norte, se ubica el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP). En él, varios investigadores que participan en el Proyecto “Dinámica del Plancton Marino y Cambio Climático”, realizan investigaciones sobre la acidificación oceánica en el marco de los siguientes proyectos internacionales:

 

Red latinoamericana de estudios oceanográficos Antares.

Evaluación de Servicios Ecosistémicos Marinos en las Series de Tiempo de la Red Latinoamericana Antares - IAI.

NF-POGO Alumni Network for Oceans (NANO).

Red Latinoamericana de Acidificación del Océano (Red LAOCA).

Red Global de Acidificación Oceánica (GOA-ON).

 

Esta difusión es parte del proyecto CONICET-IAI CRN3094 2013-2017:  “Evaluación del sistema de los carbonatos en el contexto de la acidificación oceánica en la serie de tiempo EPEA (Mar Argentino)".

Agradecemos a Mara Braverman y al Balneario Biología Club la gentileza de colaborar en esta difusión.

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Tu huella de microplásticos en el mar

La producción mundial de plásticos ha aumentado desde 1,5 toneladas generadas en la década de 1950 a más de 322 millones de toneladas en el año 2018, esto es equivalente a mil millones de elefantes.

La mayoría del plástico proviene de fuentes terrestres, ya sean el transporte de desechos por ríos, el manejo deficiente de las aguas residuales y la descarga por tormentas. Mucho también proviene del uso recreacional de áreas costeras y las actividades turísticas. Es muy común ver estos plásticos grandes varados en nuestras playas, ¿los reconoces?

Estos plásticos, en contacto con la radiación ultravioleta procedente del sol y con los animales marinos, comienzan a fragmentarse con el paso del tiempo hasta convertirse en micro-plásticos.

¿Qué son los microplásticos?

Son fragmentos de plástico que llegan a medir menos de 5 milímetros de largo, casi como un grano de arroz, pero su tamaño y forma varían con el paso del tiempo porque se van transformando en partículas cada vez más pequeñas, similares a algas unicelulares o bacterias. En la siguiente figura se pueden ver los microplásticos señalizados con flechas negras, y algunas algas unicelulares señalizadas con flechas naranjas.  

También hay microplásticos que fabricados de tamaño diminuto para utilizar en productos de cuidado personal como pasta dental o productos para el cuidado de la piel.

Los microplásticos se han detectado en el agua de todos los océanos, lagos o ríos, en el suelo y la atmósfera. Además, recientemente se han detectado microplásticos en el agua potable de varios países del mundo. Se estima que un ser humano puede consumir hasta 14 partículas al día. Estas fibras de plástico no sólo se ingieren al beber agua sino también al comer pescado, cerveza o sal marina. Todavía no hay conocimiento sobre cuáles pueden ser los efectos en el cuerpo humano.

Se calcula que 5 trillones de micropartículas de plástico se encuentran flotando en el océano, en las playas de todos los océanos del mundo y hasta en las islas más remotas. Los microplásticos son indetectables a simple vista, están en todas partes y son un problema que afecta a la vida marina; y que hoy en día, parece imposible evitar.

¿Cómo afectan los microplásticos a los océanos?

Los microplásticos, al ser tan pequeños, pueden ser consumidos por microcrustáceos que conforman la base del alimento de organismos más grandes como los peces, aves y mamíferos marinos. El consumo accidental de estas partículas puede causar serias alteraciones en el sistema digestivo e incluso obstrucciones intestinales que pueden llevarlos a la muerte, especialmente en organismos marinos pequeños.  

¿Dónde se estudian los microplásticos?

Si bien desde 1970 se registraron las primeras evidencias de micropartículas de plástico en el océano, recién a fines de la década del 80  se reconoció la amenaza que estas partículas implican para la vida marina. Sin embargo, el desarrollo de investigaciones sobre esta temática fue impulsado mayormente en los últimos 10 años. Instituciones en todo el mundo están comenzando a desarrollar programas de monitoreo. Como este es un problema mundial, la colaboración internacional es muy importante.

En Argentina, actualmente investigadores de CONICET de instituciones como la Universidad Nacional de Mar del Plata, CADIC, CENPAT, IADO y la Universidad Nacional de Córdoba se encuentran estudiando posibles efectos de la ingesta de macroplásticos y microplásticos en diferentes organismos marinos o los relacionados con el mar. En el INIDEP, investigadores enmarcados en el Proyecto “Dinámica del Plancton Marino y Cambio Climático” y en conjunto con el Programa de Pesquerías de Peces Demersales Costeros comenzaron a tomar muestras de agua para poner a punto técnicas que permitan recolectar, identificar y analizar microplásticos en todos los ambientes marinos y costeros del mar argentino; con la finalidad de conocer cómo la contaminación por microplásticos puede afectar nuestros recursos pesqueros. 


¿Cómo podemos reducir el impacto de nuestra HUELLA?

Reducir nuestra huella de carbono:

  • usando menos energía no renovable y cambiar a fuentes de energía alternativas (eólica, solar)
  • cuidar el agua
  • compartir viajes
  • andar más en bicicleta y en transporte público
  • comprar menos, reutilizar y reciclar

 Reducir nuestra huella de plástico:

  • usando menos plástico: utilizando nuestros propios contenedores y botellas o cantimploras de agua reutilizables
  • rechazar los sorbetes cuando salimos a comer y las bolsas de plástico cuando vamos de compras
  • reutilizar y reciclar los productos plásticos
  • no olvidemos juntar los productos de plástico que llevemos a la playa, ni en ningún otro lado

La acidificación oceánica y los microplásticos son probablemente los problemas ambientales más importante en el planeta hoy en día. Sin embargo, la mayoría de nosotros no lo sabemos. Es hora de cambiar la conversación: procuremos difundir y educar sobre esta temática.

Todos necesitan saber sobre la amenaza a la salud que la acidificación del océano y los microplásticos generan.